Por Jon Schmidt

Reconozco que me encanta el mundo de la droga, ejem, lo referido a sus historias. No soy tan moderno de dármelas de defensor de la materia, nunca mejor dicho. Sus tramas son todas creíbles por muy extrañas que nos parezcan. No hay otro género en el que la exageración sea tan real como en este mundo. Ni siquiera el género de la fantasía, en el que todo debería valer. Donde luego nos chirrían tramas como la del archiconocido Juego de tronos.

Que no lo digo yo. Os remito a las legiones de críticos con los libros de George R.R. Martin .Y claro, llega a mis archivos de vídeo, una serie que cuenta la historia de Pablo Escobar (Wagner Moura). El nombre no puede ser más claro : Narcos. Llega con la garantía de Netflix, y es muy buena.

La serie está basada en hechos reales, lo que significa que los guionistas se toman sus licencias, pero el nudo central es real. Lo que nos cuenta pasó realmente. Pablo Escobar fué tal y como nos lo cuentan. A mi entender, el verdadero éxito de la serie está en esos documentos televisivos insertados a modo de mini documental entre los diferentes capítulos y comentados por la voz en off de uno de los personajes centrales Murphy (Boyd Holbrook). Son imágenes de los telediarios de la época, y de mensajes reales de los principales personajes del momento.

Os he dicho que la serie viene de la mano de Netflix, y se nota. Se nota que han metido dinero en ella, y se nota que han cuidado su producto. Sin embargo el casting no podía ser más fresco. La mayor parte de los actores son auténticos desconocidos para mí y supongo que para la mayoría de la gente, salvo el personaje de Javier Peña, interpretado por el actor chileno Pedro Pascal (Oberyn Martell en Juego de tronos). Las interpretaciones son todas creíbles, claro que la historia es oro puro. Ah no, espera que aquí hacemos Carlos, Rey Emperador con un material que ya quisieran los americanos y nos sale ….. “Águila Roja reloaded”.

La música es otro punto a su favor. Los títulos de crédito del final aparecen con la canción precisa al cliffhanger correspondiente. Hay cliffhangeres y cliffhangeres, y para algunos la mejor música es el silencio y fundido a negro. Realmente los detalles están muy cuidados. Los diálogos son sublimes.

Corran a verla, higüeputas.